Asistencia Social Nacionalsocialista
La comunidad del pueblo y el principio autoritario constituyen los principios fundamentales de la nueva Alemania. En el Estado nacionalsocialista la asistencia social ya no es un síntoma inevitable de deficiencias transitorias, sino que es un servicio permanente al pueblo. Desde la revolución nacional el número de personas atendidas por los patronatos de asistencia social ha disminuido en más de la mitad mediante la reducción del paro forzoso. El trabajo de asistencia social pudo dirigirse por nuevos caminos e igualmente se pudo proteger a los necesitados, así como fomentar el bien de la comunidad nacional, el mantenimiento y fortalecimiento de la vitalidad del pueblo y la formación de una juventud sana. Para conseguir este objeto, fue necesario despertar y reunir todas las energías del pueblo. Así como el movimiento nacionalsocialista es el punto de apoyo del Estado y ha llegado a formar con éste una unidad, así también la asistencia social en manos de la administración del Estado (ministerios de Gobernación y Trabajo) halla ahora más que nunca su complemento en el trabajo de las organizaciones particulares de auxilio social. Conjuntamente trabajan las cuatro grandes agrupaciones centrales de la asistencia social privada: la asistencia nacionalsocialista (NSV), la misión interna (evangélica), la agrupación alemana Caritas (católica) y la

Desde principios del año 1936 ha sido delimitada con más exactitud la competencia de la administración del Estado en este terreno. El Ministerio de Trabajo organiza la asistencia social para los inválidos de guerra, para las familias de los muertos en la guerra, para los pequeños rentistas y rentistas sociales, así como los asuntos generales de la asistencia social del trabajo y todas las medidas especiales a favor de la población menesterosa. El Ministerio de Gobernación se encarga de todas las cuestiones generales de la asistencia social, de la asistencia social para todos los demás menesterosos y de los asuntos de la asistencia social privada. Debido a que los hombres directivos del movimiento nacionalsocialista son todos combatientes de la guerra, también en el Estado nacionalsocialista reina el espíritu del frente de la guerra mundial: honor, valor, cumplimiento del deber, camaradería. El cuidado en favor de los inválidos y de los familiares de los caídos en la gran guerra se ha convertido en un deber de honor del Tercer Reich; éste trata de asegurar una existencia independiente a las víctimas de la guerra. Desde 1933 se ha realizado ampliamente el principio según el cual los afectados por la guerra tienen derecho especial a un puesto de trabajo. Todas las fábricas y talleres están en la obligación legal de hacer ocupar un número determinado de puestos de trabajo por lisiados graves de la guerra. De esta manera se ha conseguido en dos años dar empleo a 27.000 de los casi 47.000 mutilados sin trabajo que aún existían a fines de Marzo de 1933; más tarde se han obtenido ulteriores progresos. Convenios especiales entre los principales órganos de la asistencia social y de la organización médica han logrado en los últimos tiempos importantes mejoras en la asistencia médica a favor de los ciegos de la guerra y de los heridos en la cabeza. A este hay que añadir un suplemento de pago de 60 marcos al año que beneficia a más de 420.000 ex combatientes con derecho a asistencia. Un paso decisivo fue realizado en la asistencia a los familiares de los muertos en la guerra mediante una ley especial: en virtud de ésta se concede a la viuda una pensión por valor del 60% de la renta total a la cual tenía derecho el fallecido y, al mismo tiempo, otra complementaria de 34 marcos al mes. El agradecimiento del nuevo Estado a los combatientes inválidos de la revolución nacional ha sido expresado equiparándolos a los heridos de la guerra. El Führer ha ordenado destinar para ambos grupos medio millón de marcos al año, provenientes de los fondos del Partido por haberse sacrificado en aras del porvenir de Alemania. Gozan de tratamiento similar al de los inválidos de guerra los obreros y empleados perjudicados gravemente en su capacidad de trabajo a consecuencia de un accidente. Del espíritu de la comunidad del pueblo ha surgido la “Fundación para las Víctimas del Trabajo”. Gracias a la creación del patronato de artesanos ciegos, la ocupación de éstos ha experimentado un incremento importante. Una medida esencial en la legislación de asistencia social nacionalsocialista la constituye la “ley de ayuda a los rentistas pequeños”. Esta ley dispone el alivio de la situación de miles de rentistas modestos: compatriotas a los cuales la inflación destruyó el producto del trabajo de toda la vida y con ello la segura existencia en la vejez. Las extensas medidas del Ministerio de Trabajo, en la esfera de la asistencia médica a los niños, redundan en beneficio de la juventud alemana; han sido destinadas considerables sumas para favorecer por medio de curas médicas la salud comprometida de niños y fomentar la salud y el vigor de las nuevas generaciones.
La organización más importante de la asistencia social privada es la “Asistencia social nacionalsocialista” (NSV) creada el 3 de Mayo de 1933, por disposición del Führer, e inspirada en el principio nacionalsocialista “El interés de la colectividad está por encima del interés individual”. A diferencia de las organizaciones de asistencia pública de la época pre y posguerra, la actual dimana del mismo pueblo alemán entero. La NSV dice a cada ciudadano alemán: “El der

La familia, célula la más importante de la comunidad del pueblo en la ideología nacionalsocialista, es el centro y punto de partida de todas las obras de la NSV. En el verano de 1934 se creó la Obra de Auxilio “Madre y Niño” como la expresión más evidente de la política demográfica, de educación y de fomento de la higiene. Sus funciones son las siguientes:
1º Contribuir a la eliminación de las necesidades económicas que influyen desfavorablemente en la vitalidad y en la salud de las familias sanas. Aquí se comprenden también el socorro económico, el de colocación de obreros y el de subsidios para la vivienda.
2º El fomento de la higiene de la madre y del niño para asegurar la existencia del pueblo. En esto se comprenden las disposiciones relativas al cuidado de las embarazadas y parturientas, las curas de reposo para las madres y niños.
3º La protección de los niños de edad preescolar para cuidar de su higiene y desarrollo físico. Esta cuestión está resuelta tanto para la ciudad como en el campo por los jardines infantiles, sobre todo durante la cosecha y en las comarcas fronterizas.
Para la realización práctica de la obra, cada grupo local de la NSV ha organizado un consultorio “Madre y Niño” dirigido por una mujer. Este consultorio recibe las solicitudes de las madres, las estudia y asesora a éstas incluso en cuestiones de carácter psíquico. El número de estos consultorios es de unos 26.000; en ellos trabajan juntas las enfermeras municipales, directoras de hogar, niñeras, asistentes sociales. A más de 227.000 asciende el número de las personas de ambos sexos empleadas en esta obra, de las cuales más de 100.000 son voluntarias. Los medios económicos de la obra “Madre y Niño” provienen en primer lugar de las cuotas de los asociados de la NSV.
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