La CGT quiere una cosa y el gobierno otra
(sólo para sindicalistas)
Alberto Buela
Moyano, secretario de la CGT, y D´Elía, secretario de uno de los grupos de piqueteros, pactaron un acuerdo para movilizarse el viernes 20 de noviembre, día de la soberanía, a la Plaza de Mayo en apoyo al gobierno progresista de los KK y al modelo sindical argentino. Es decir, acordaron realizar ambos un acto contradictorio, de suyo, pues por un lado plantean el apoyo a un gobierno de carácter social demócrata que tiene una inclinación ideológica a favor del progresismo ideológico que en el orden sindical encarna la CTA (CGT disidente) y por otro buscan defender el modelo sindical argentino perteneciente al régimen de las democracias orgánicas. El gobierno se percata inmediatamente de la contradicción y los obliga a levantar el acto. Medida que para el piquetero no es nada, pues tiene más reculadas y manchas que un overo, pero para Moyano es, por lo menos, un módico papelón.Por supuesto que las razones que esgrimió la presidente fue la ingerencia negativa que tendría el acto en los medios de comunicación, especialmente en Clarín, el enemigo público número uno del gobierno. Pero también dijo textualmente: Movilización que querría imponer una forma de organización sindical. Como nosotros escribimos desde una pertenencia al movimiento obrero desde hace más de treinta años tenemos cierta autoridad, la que da la militancia y las convicciones, para llamar la atención sobre este punto. El Negro dice siempre que él no va ni más a la izquierda de Piumato y de Schmid ni más a la derecha de Viviani, pero de hecho van dos actos frustrados que los realiza volcado al progresismo: el de Belgrano y 9 de Julio que solo sirvió para conseguirle trabajo al hijo de Recalde en Aerolíneas y este del viernes 20 de apoyo al gobierno de los KK impedido por el propio gobierno.
La CGT o lo que queda de la CGT (hay que descontarle muchos gremios que lentamente se van abriendo: CGT azul y blanca, los gordos, los solidarios, el grupo abasto, los sueltos o independientes) tiene que comprender que el modelo sindical argentino que defiende es para el gobierno y sus operadores una rémora ideológica. El gobierno ya optó por el apoyo solapado, pero apoyo al fin, al Convenio 87 de la OIT que alienta la creación de cuanto tipo de sindicato, por rama o actividad que se quiera crear, bajo la excusa de defender la libertad sindical. Así la Corte Suprema de Justicia de la Nación falló a favor de gremios adheridos a la CTA (Confederación de Trabajadores Argentinos) para que puedan ser delegados de fábrica incluso aquellos que no se encuentren adheridos a ningún gremio con personería gremial. Esto es una puñalada en el corazón del Modelo sindical argentino inaugurado por Perón el 2 de octubre de 1945 con el decreto ley del General Farell número 23.852 que establece por norma la suficiente representatividad de un solo gremio por rama, actividad o servicio. Gremios no solo con inscripción gremial sino también con personería con delegados que les pertenecen.
Lo grave es que esta medida del gobierno de los KK viene a coincidir en el espíritu y en la letra con las tomadas por los gobiernos y dictaduras militares. Todos de corte político liberal. Así en 1956 el decreto 9.270 y en 1979 la ley 20.615. Acá no hay nada que hacer, el mismo ministro Tomada le comentó a quien esto escribe, en ocasión de su cumpleaños, que la CTA tiene que ser reconocida. Moyano y la CGT que conduce tienen que tomar conciencia de esta contradicción insalvable porque de lo contrario se van a meter en nuevos y costosos papelones políticos. El movimiento obrero tal y como lo entiende el gobierno de los KK es algo descartable, antiguo, perimido, pasado y viejo. El sentir político del gobierno está en orden al progresismo y la socialdemocracia que apoyan sin tapujos y abiertamente la organización gremial propuesta por la OIT y su Convenio 87, y que aquí en Argentina está representada por todo el arco de la izquierda: PO (Partido Obrero, que ganó muchas comisiones internas de fábricas ej. Terrabussi, subterráneos, construcción.), por CTA (con Suteba y sus docente bonaerenses a quienes como dijo Basile no hay pedazo que les venga bien.), por el MAS y el PC (con su inveterado antiperonismo). En definitiva, por “toda la zurda loca manejada desde afuera” como declaró Juan Belén, secretario adjunto de la CGT y adjunto de la UOM (la otrora poderosa Unión obrera metalúrgica de Rucci y de Vandor). El papel ridículo que el gobierno de los KK le hizo hacer a Moyano y a la CGT se ve en la foto en donde se anuncia el levantamiento del susodicho acto en donde aparecen D´Elía y Schmit (por ser vocero de prensa de la CGT) pero ningún dirigente sindical a nivel nacional. La espantada ha sido terrible, el garrón que gratuitamente le hicieron comer a la CGT los dirigentes que “por izquierda” la embretaron con el gobierno es un golpe muy difícil de digerir. No sabemos cuanto va a durar esta tensión pero lo cierto es que el golpe ha sido un mazazo, que si lo sumamos a la mínima ingerencia real y cierta que tiene la CGT en las políticas públicas y sociales del gobierno, todo indica que habrá que poner las barbas en remojo.
No sabemos si la CGT podrá realizar el viraje necesario para plantarse en lo que es y debe ser. En recuperar el carácter combativo que la caracterizó, en dejar de hacer el papel de puta pobre del gobierno (un consejo ejecutivo de 35 gremios nada puede resolver y una mesa chica de 5 miembros, vemos los desaguisados que hace), lo más probable es que Moyano acompañe a los KK hasta el cementerio del 2011 y después se vuelva a camioneros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario